Vučić sobre las protestas en Serbia: "No habrá revolución, el poder cambiará a través de elecciones"
El presidente de Serbia declaró que las protestas en el país no conducirán a un cambio de poder por la violencia. Calificó las manifestaciones como disturbios y apoyó la actuación de la policía.
Foto: European People's Party, CC BY 2.0
Las protestas masivas contra el gobierno de Aleksandar Vučić continúan en Belgrado y otras ciudades de Serbia.
La oposición afirma que cerca de un millón de personas han salido a las calles, mientras que la policía sostiene que no son más de 107.000 manifestantes. La protesta se ha convertido en la mayor en la historia moderna de Serbia.
En un discurso televisado de emergencia, el presidente Vučić declaró que en el país no habrá una "revolución de colores".
Según él, los ciudadanos serbios quieren cambios, pero deben lograrlos a través de elecciones y no por medios violentos.
Vučić afirmó que su dimisión no está en sus planes y que las fuerzas de seguridad están actuando dentro del marco de la ley.
Una atención especial atrajeron los tractores que rodearon el campamento de los manifestantes. La oposición cree que los agricultores llegaron para apoyar la protesta, pero más tarde los vehículos fueron dañados: les pincharon las llantas y rompieron los cristales.
Vučić insinuó que los tractores fueron utilizados para evitar un derramamiento de sangre, limitando el movimiento de los manifestantes.
Además, el presidente de Serbia declaró que entre los manifestantes "no hay pobres, solo ciudadanos acomodados", y acusó a la oposición de organizar un "turismo de protesta".
También señaló que está bajo presión de Occidente, pero que no tiene intención de cambiar su postura.
A pesar de las declaraciones del gobierno, la situación sigue siendo tensa. Se han arrestado a 22 personas y decenas han resultado heridas. Las autoridades amenazan con dispersar las manifestaciones si continúan.
Recordemos que las protestas, iniciadas por estudiantes, continúan desde noviembre de 2024, después de la tragedia en la estación de tren de Novi Sad, donde el derrumbe de un tejadillo provocó la muerte de 15 personas.