Elon Musk fusiona xAI y X en un acuerdo de 113 mil millones de dólares: ¿cómo cambiará el futuro de la tecnología?
Elon Musk anunció la fusión de xAI y X como parte de un gran acuerdo, combinando inteligencia artificial y red social para un salto global — ¿qué les espera a los usuarios y al mercado tecnológico?
Foto: Gage Skidmore, CC BY-SA 2.0
El 28 de marzo, Elon Musk anunció la fusión total de su empresa de inteligencia artificial xAI con la plataforma social X (antes Twitter), mediante un acuerdo de intercambio de acciones.
El valor total de la estructura combinada asciende a 113 mil millones de dólares: xAI fue valorada en 80 mil millones y X en 33 mil millones (incluyendo una deuda de 12 mil millones).
Fundada hace apenas dos años, xAI se ha convertido rápidamente en uno de los líderes de la industria de la IA, desarrollando modelos e infraestructura a un ritmo sin precedentes.
Al mismo tiempo, X se ha consolidado como una plataforma clave para 600 millones de usuarios activos y como una de las empresas tecnológicas más eficientes.
Ahora, ambas estructuras combinan oficialmente sus recursos: datos, potencia de procesamiento, modelos y equipos.
Musk declaró que esta fusión abrirá un "enorme potencial" para crear una plataforma que no solo refleje la realidad, sino que acelere el progreso de la humanidad.
Según Musk, este paso permitirá ofrecer productos más inteligentes y significativos a miles de millones de personas en todo el mundo, manteniendo la misión de buscar la verdad y avanzar en el conocimiento.
Anteriormente, Elon Musk presentó la tercera versión de la inteligencia artificial Grok, que supera ampliamente a la anterior — su potencia de cálculo se multiplicó por diez.
La nueva IA de xAI cuenta con funciones avanzadas: búsqueda profunda de información (DeepSearch), generación de imágenes y modos inteligentes de operación — Think y Big Brain.
También se informó que Elon Musk anteriormente había revelado un ataque cibernético masivo contra la plataforma X, en el que se emplearon amplios recursos técnicos, lo que —según él— podría indicar la participación de un estado.