El presidente de Serbia declaró que las protestas en el país no conducirán a un cambio de poder por la violencia. Calificó las manifestaciones como disturbios y apoyó la actuación de la policía.
En Belgrado y Novi Sad, los manifestantes bloquearon el edificio de la televisión estatal, exigiendo cambios. En los enfrentamientos con la policía, un oficial resultó herido, mientras que Vučić rechazó las demandas de los manifestantes.